Nuestra
experiencia en temas de segregación escolar, inclusión o escolarización la
hemos adquirido en nuestra condición de familias y por tanto nuestro enfoque no es profesional.
Desde el inicio de nuestro trabajo en la
AMYPA, nuestra inquietud ha
trascendido de lo puramente personal a lo global, a través de una
visión de centro, de ciudad y como personas integrantes de una sociedad cuyo
fin último debería ser el garantizar el derecho a la educación de todas las
personas con igualdad de oportunidades para todos los niños y niñas, con el fin de
conseguir su pleno desarrollo personal, buscando y garantizando la cohesión en
la diversidad. Si no es así, a nuestro entender, es un
derecho sesgado, un derecho mutilado que no responde a lo que nuestra
Constitución y nuestras leyes dicen.
Nuestra experiencia nos ha hecho concluir que la
sobrevaloradora “libre elección de centro”, tal y como se ha venido aplicando
en los últimos quince-veinte años, es una de las principales causas de la
existencia de centros segregados y que desvirtúa cualquier otro esfuerzo
planificador si la misma no tiene límite, que lo tiene, a nuestro entender, en la
legislación vigente.
Si conseguimos que todos los centros presenten unas características iguales o muy similares y si conseguimos una escolarización
equilibrada y respetuosa con la legalidad, podremos empezar a pensar qué otras
medidas debemos aplicar para conseguir una real inclusión de todo el alumnado. Empecemos por escolarizar adecuada y equilibradamente y sigamos
trabajando a partir de ahí en todo lo demás.
La segregación escolar existe aunque haya responsables políticos
que la nieguen o nieguen sus nefastas consecuencias y sabemos que no es un hecho aislado. Entendemos que éste es el principal problema
de nuestro sistema educativo y la
primera causa de exclusión.
A continuación os dejamos el documento que sirvió de base a la exposición que realizamos en las Jornadas:
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