¿Qué sucede cuando un Gobierno deja de procurar el bienestar de sus
ciudadanos para servir a los intereses de una minoría acaudalada? Es una
pregunta retórica: sabemos cuál es la respuesta. Hay grupos con gran poder económico, empresas e individuos, que influyen sobre las instituciones y que, en ocasiones, incluso las ‘capturan’, consiguiendo tratos a favor de unas élites
en la definición de leyes y normativas. Son privilegios para unos
pocos, mientras el esfuerzo, sobre todo la mayor carga fiscal, recae
sobre la gran mayoría.
Como cada año, el Foro Económico Mundial
se reúne en Davos. Del 22 al 25 de enero de 2014, los principales
líderes financieros, empresariales y políticos del mundo analizaran los
problemas más apremiantes que enfrenta el planeta.
Hoy la mitad de la renta mundial está en manos del 1% más rico de la
población, cuya riqueza asciende a 110 billones de dólares. Esta cifra
es 65 veces mayor que el total de la riqueza que posee la mitad más
pobre de la población mundial.
Exigimos a los líderes que acuerden un objetivo de reducción urgente de la desigualdad,
no sólo por su impacto negativo en términos económicos y de justicia
social, sino por la amenaza que el incremento de la desigualdad supone
para el ejercicio de una verdadera democracia basada en el interés de la
mayoría.
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